Cada vez más usuarios apuestan por los coches eléctricos e híbridos enchufables como opción para su movilidad, especialmente en ciudad. Una de las preguntas que suelen surgir es ¿Dónde podré cargar mi vehículo? Si tenemos un garaje privado o si vivimos junto a un punto de recarga puede resultarnos más sencillo, pero ¿Qué ocurre cuando aparcamos nuestro coche en un garaje comunitario?

Hoy vamos a centrarnos en la situación en la que el garaje esté en la misma comunidad de vecinos en la que vivimos. Como todas esas cosas que afectan a las zonas comunes, la instalación de un cargador de coche eléctrico en tu comunidad de vecinos puede generar conflictos. En Afisecan, administradores de fincas en Tenerife, nos centramos en resolver los problemas a los vecinos manteniendo en todo momento un buen clima de convivencia. Os asesoramos y os informamos de la normativa actual, así como de posibles ayudas que os puedan beneficiar a la hora de instalar este tipo de puntos de carga. Por ejemplo, algunos fabricantes ofrecen la instalación de los puntos de carga una vez que adquieres el vehículo.

En primer lugar, debemos tener en cuenta que el punto de recarga deberá instalarse en nuestra propia plaza de garaje. Si el edificio es moderno y ha sido construido en los últimos años es probable que cuente con algún tipo de instalación previa para estos puntos de recarga.

En el caso de que no exista ningún tipo de pre-instalación, el primer paso será comunicar a la Junta de Vecinos nuestra intención de instalar un punto de carga eléctrica en tu plaza de garaje. Esta intención debe comunicarse al presidente 30 días antes del inicio del proceso de instalación. En el caso de contar con un administrador de fincas, será este el encargado de asesoraros y de asegurar que se cumple la normativa vigente, pues se debe entregar al presidente un proyecto de instalación eléctrica con toda la información sobre el cableado que se va a instalar.

Debemos esperar, por tanto, a esos 30 días en los cuales la comunidad puede ofrecernos una alternativa. Por ejemplo, si más de un vecino está interesado en la puesta de puntos de carga, se puede habilitar una zona específica en el garaje. En cualquier caso, la comunidad no puede negarse a que cada vecino realice la instalación de un punto de carga para su coche eléctrico.

Normalmente la controversia con los vecinos deriva en quién debe pagar el consumo eléctrico como consecuencia de la recarga del coche. En un tema en el que no hay lugar a duda, pues debe ser el propio vecino, el interesado, el que abone la factura al igual que paga el consumo que realiza dentro de su propia vivienda. Normalmente, se conecta el punto de carga al mismo contador. De esta forma el vecino recibe en una misma factura el consumo de su vivienda más el consumo de recargar el vehículo.

Finalmente, una vez que la instalación el punto de recarga ha finalizado, debemos entregar una serie de certificados a nuestra comunidad de vecinos, como la certificación técnica del contador. Estos documentos deben ser firmados por el administrador de fincas o el presidente de la comunidad y se deben guardar.

En Afisecan, administradores de fincas colegiados de Tenerife, os ayudamos durante todo el proceso, haciendo de mediadores con los vecinos para evitar posibles conflictos ante la instalación de un punto de carga.

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