El impago de las cuotas de la comunidad por parte de algunos propietarios morosos va más allá de una situación difícil de gestionar. Este impago puede suponer un problema para la comunidad, sobre todo si esta es de pocos vecinos. Esto hace que no se puedan realizar las mejoras necesarias o que el resto de los vecinos termine abonando una cantidad superior para hacer frente a los pagos que no ha realizado el vecino moroso.

Debido a la crisis de la COVID-19 y sus consecuencias económicas, las comunidades de vecinos pueden comenzar a ver agravadas estas situaciones de impago.

Podemos encontrarnos propietarios que, debido a un despiste o a una mala situación económica temporal, dejan de abonar un máximo de dos cuotas. En estos casos, el problema se suele solucionar de manera cordial y sencilla cuando se contacta con el propietario. Se puede examinar la situación personal del propietario y ofrecerle soluciones como el pago a plazos si este método se aprueba en Junta. Se trata de poner facilidades a ese vecino que no puede abonar las cuotas por una situación complicada temporal.

El problema surge cuando es un conflicto mayor. Hablamos de propietarios que de manera sistemática no abonan la cuota correspondiente generando una deuda importante para la comunidad. Esto supone un problema para todos los vecinos y para el presidente. Por ello, recomendamos contar con expertos en Administración de Fincas y Comunidades que solucionen el problema de la morosidad con todas las herramientas disponibles.

Un control exhaustivo de los pagos realizado por profesionales de la Administración de Fincas y Comunidades es fundamental para detectar a esos vecinos morosos y poner así en marcha el protocolo de actuación en estos casos.

¿QUÉ DEBEMOS HACER ANTE UN VECINO MOROSO?

Generalmente el primer paso es hablar directamente con el propietario en cuestión. Explicarle de manera clara la situación y comunicarle la necesidad del abono de las cuotas pendientes. En muchas ocasiones, este contacto cara a cara o por teléfono es complicado. El propietario puede no atender al Administrador o no vivir ya en la propiedad. Es entonces cuando habría que optar por contactar con el propietario de la vivienda a través de carta certificada o burofax.

Es en estas comunicaciones donde el Administrador comunica al propietario que debe abonar las cuotas pendientes en un plazo de 15 días.

¿CUÁL ES EL PAPEL DEL ADMINISTRADOR?

Por tanto, el rol de un Administrador de Fincas y Comunidades es fundamental para solventar este problema evitando así conflictos entre los propios vecinos. Su papel de mediador aporta tranquilidad, así como una buena gestión en el desarrollo de la comunidad.

En el caso de que el propietario moroso no abone la deuda contraída en el plazo fijado, será necesario interponer una demanda. En Afisecan contamos con un equipo jurídico formado por profesionales cualificados que demandarán al propietario moroso de manera gratuita, sin costes de abogado y procurador para la Comunidad de vecinos.

Es importante conocer que desde octubre de 2015 el plazo de prescripción para que una Comunidad de vecinos pueda reclamar judicialmente al propietario moroso las cuotas impagadas es de cinco años. Este plazo se interrumpe cuando se reclama con la correcta notificación la situación al moroso.

Por todo ello, es fundamental contar con expertos en Administración de Fincas y Comunidades que realicen un seguimiento de todos los pagos y que solucionen estos problemas de morosidad que perjudican de manera negativa a todos los vecinos.

En Afisecan nos dedicamos en exclusiva a la Administración de Comunidades. Contacte con nosotros para una correcta gestión de su comunidad y para poner fin al problema de la morosidad. Solicita un presupuesto sin compromiso.